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¿Cuánto le encanta su café de la mañana? Si es un fanático de la cafeína como yo, le tengo buenas noticias. La cafeína no solo es una gran manera de potenciar su capacidad cerebral, ¡también puede revitalizar su piel!
La cafeína es un popular estimulante que es consumido a diario por millones de personas en todo el mundo. La cafeína es un compuesto natural en el café, el té y otros alimentos vegetales. Esta pertenece a una clase de compuestos conocidos como metilxantinas, reconocidos por sus efectos estimulantes en el cuerpo.
Cuando se consume, la cafeína funciona bloqueando la acción de la adenosina, un neurotransmisor responsable por hacernos sentir cansados y somnolientos. Esta incrementa el estado de alerta y la claridad mental, así que muchas personas recurren a la cafeína para comenzar su día.
Si bien la mayoría de las personas conocen los efectos de la cafeína en el cerebro, muchas desconocen sus potenciales beneficios para la piel. En los últimos años, la cafeína ha surgido como un ingrediente popular en muchos productos para el cuidado de la piel, especialmente aquellos dirigidos a reducir el aspecto de las ojeras, arrugas y líneas de expresión. Los beneficios de la cafeína sobre la piel se deben principalmente a tres de sus importantes propiedades:
En este artículo, examinaremos con más detalle la ciencia detrás de la cafeína y cómo esta puede ayudar a mejorar la salud y el aspecto de su piel.
La cafeína brinda potentes antioxidantes que podrían ayudar a proteger la piel del daño oxidativo y mejorar su aspecto juvenil. Los antioxidantes son moléculas que ayudan a contrarrestar el daño causado por el estrés oxidativo (daño de los radicales libres). La luz ultravioleta (UV) proveniente del sol, la contaminación y otros factores ambientales pueden causar daño de los radicales libres. En la piel, el daño de los radicales libre produce la descomposición del ADN celular y proteínas fundamentales para la piel, como el colágeno y la elastina.
El colágeno es una proteína fundamental que desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la salud y la estructura de la piel. Es la proteína más abundante en el cuerpo y uno de los principales componentes en la matriz extracelular (ECM), que brinda refuerzo estructural para los tejidos y órganos. El colágeno es el responsable de brindar a la piel su estructura y firmeza.
A medida que envejecemos, la producción de colágeno en la piel se reduce naturalmente y el daño de los radicales libres deteriora el colágeno. Esto da lugar a la formación de arrugas, líneas de expresión y piel flácida. Los antioxidantes como la cafeína podrían ayudar a reducir algo del daño de los radicales libres al colágeno, produciendo una piel de aspecto más juvenil.
La elastina es una proteína que trabaja de forma conjunta con el colágeno para brindar elasticidad y resistencia a la piel. Es una proteína flexible que puede estirarse y replegarse a su forma original, permitiendo que la piel se estire y contraiga sin perder su forma. Las fibras de elastina se encuentran en la capa dérmica de la piel y son las que brindan a la piel su capacidad de recobrar su forma después de haber sido jalada o pellizcada.
A medida que envejecemos, la producción de elastina en la piel disminuye, dando lugar a la pérdida de elasticidad en la piel. Esto puede provocar flacidez y la formación de arrugas. El daño de los radicales libres debido a los rayos UV también daña la elastina, haciendo que la piel parezca más cetrina, amarillenta y con falta de brillo. Los antioxidantes, como la cafeína, podrían ayudar a reducir al mínimo este daño para lograr un cutis más brillante y radiante.
La cafeína reduce la producción de citoquinas proinflamatorias, que son moléculas que contribuyen a la inflamación en el cuerpo. Esta acción antiinflamatoria podría ayudar a reducir el enrojecimiento, la irritación y la hinchazón en la piel, y puede ser especialmente útil para las personas con piel sensible, acné o rosácea.
Un estudio grande descubrió que las personas que bebían cafeína (especialmente café con cafeína), tenían menores índices de rosácea. La mayor ingesta de cafeína a través de otros alimentos distintos al café (té, bebidas gaseosas y chocolate), no estuvo asociada significativamente con una reducción en el riesgo de padecer rosácea. Esto indica que hay algo especial acerca del café con cafeína, especialmente en lo relacionado con el riesgo de padecer rosácea.
En varios estudios grandes, el café con cafeína y el té negro también estuvieron asociados con menores índices de padecer cáncer de piel. Si bien la relación entre la ingesta de cafeína y los menores índices de cáncer de piel es clara, lo que no está del todo claro es si la cafeína reduce el riesgo de cáncer de piel; las personas que consumen cafeína podrían tener un menor riesgo de desarrollar cáncer de piel por otras razones. Sin embargo, los mecanismos antiinflamatorios y antioxidantes de la cafeína, que contrarrestan el daño de los rayos UV, refuerzan la hipótesis de que la ingesta de cafeína podría ayudar a combatir el desarrollo de cáncer de la piel.
La cafeína afecta el sistema circulatorio de maneras complejas. En algunos casos, es un vasoconstrictor, lo que quiere decir que hace que los vasos sanguíneos se contraigan o encojan. En otras situaciones, la cafeína provoca vasodilatación e incrementa la circulación.
Debido a sus efectos sobre la circulación, la cafeína podría ayudar a reducir al mínimo la aparición de enrojecimiento o de las sombras violáceas/azuladas causadas por los vasos sanguíneos que se ven a través de la piel. Sus efectos diuréticos también pueden ayudar a reducir la hinchazón. Con sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y circulatorias, la cafeína es un ingrediente común en las cremas para ojos.
Tanto las fórmulas de cafeína orales como las tópicas tienen efectos antiinflamatorios, antioxidantes y circulatorios en la piel.
La cafeína se encuentra en una serie de alimentos y bebidas. La cantidad de cafeína en estos productos puede variar; algunos contienen solo rastros, mientras que otros contienen altos niveles. Aquí se presentan algunos alimentos y bebidas con el mayor nivel de cafeína.
Una de las fuentes más populares de cafeína, el café contiene entre 70 a 140 miligramos de cafeína por taza de 8 oz.
El té negro y el té verde también contienen cafeína, aunque en menores cantidades que el café. Una taza de ocho onzas de té negro contiene alrededor de 40 a 70 miligramos de cafeína, mientras que el té verde contiene entre 25 a 45 miligramos. El té, especialmente el té verde, también contiene polifenoles, que tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Los polifenoles son catequinas, entre las que están la epicatequina, la epicatequina-galato, la epigalocatequina y la epigalocatequina-3-galato (EGCG). Se ha demostrado que los polifenoles, especialmente la EGCG, ofrecen una serie de beneficios para la piel. Estos compuestos pueden ayudar a proteger la piel de la radiación UV, reducir la inflamación y prevenir la descomposición del colágeno, lo que puede contribuir al desarrollo de líneas de expresión y arrugas. Asimismo, los polifenoles pueden ayudar a promover el crecimiento saludable de las células cutáneas y reducir el riesgo de padecer enfermedades de la piel.
¡El té es una bebida cafeinada con muchos posibles beneficios para la piel!
Las bebidas energéticas y gaseosas son fuentes populares de cafeína para muchas personas, con algunas marcas que contienen hasta 300 miligramos de cafeína por lata. Lamentablemente, muchas bebidas energéticas y gaseosas contienen grandes cantidades de azúcar añadido y edulcorantes artificiales, que no son tan saludables, por eso no suelo recomendarlos.
El chocolate contiene pequeñas cantidades de cafeína y las variedades más oscuras contienen más que el chocolate con leche. Una porción de una onza de chocolate negro contiene alrededor de 12 miligramos de cafeína.
Es importante señalar que la cantidad de cafeína en estos productos puede variar dependiendo de la marca, el método de preparación y el tamaño de la porción. Si elige usar cafeína, hágalo con moderación y tenga presente el contenido de cafeína de los alimentos y bebidas que consume. Consumir demasiada cafeína puede producir efectos secundarios adversos, como insomnio y ansiedad.
De forma tópica, la cafeína a menudo es usada en cremas para los ojos, sueros, humectantes y otras fórmulas para el cuidado de la piel que están dirigidas a problemas específicos como la inflamación, las ojeras, la hinchazón y las líneas de expresión. La cafeína también es un ingrediente popular en las cremas afirmantes para la piel. Se dice que ayuda a reducir al mínimo el aspecto de la celulitis, aunque no hay pruebas contundentes de que funcione.
Es importante señalar que la efectividad de los productos para el cuidado de la piel que contienen cafeína podría variar dependiendo de las fórmulas específicas y del tipo de piel y problemas de la persona. En general, busque productos donde la cafeína esté enumerada en la parte superior de la lista de ingredientes.
Si está interesado en incorporar cafeína a su rutina de cuidado de la piel, comience con una pequeña cantidad y pruebe a aplicar el producto en una pequeña zona de la piel poco visible para asegurarse de no se produzcan reacciones adversas. Además, es fundamental usar protector solar y adoptar otras medidas de protección solar para ayudar a prevenir el daño de los rayos UV y otros factores de estrés ambientales que puedan contribuir al envejecimiento de la piel. Si tiene preocupaciones específicas, lo recomendable será que consulte con su dermatólogo antes de comenzar cualquier rutina de cuidado de la piel nueva.
¡Así que sírvase otra taza de café o té y deje que su piel coseche los beneficios!
Referencias:
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